Esto huele a perro muerto, hay dos
clases de cochinos: el animal y el humano. Los cerdos no tienen culpa de oler
tan mal, es el hombre quien no lo limpia. Dicen los humanos que del cochino se
aprovecha todo o casi todo, desde las orejas hasta las patas; pues me falta
saber qué hacen con su miembro, que espero que no me lo pongan en unas
garbanzas.
Y ahora a los humanos que el agua les
roncha que con el frío de enero se lo piensan. Un vecino trabajaba en la lonja
de pescado y llegaba a su casa sudando y de prisa para ir a enamorar, tardaba
dos minutos y salía con ropa de domingo y oliendo a colonia y pescado; era una
mezcla asquerosa y aún me pregunto cómo esa chica se casó con él. Ella era
normal, él tenía ñácara de más, pero ahí
lo dejo. El amor es ciego y no tiene olfato.
Ay! el amor hace estragos en la vista y en la nariz por lo que se ve, Caya. Muy simpática anécdota aunque no de tan buena fragancia.
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