viernes, 21 de febrero de 2014

EL ENCUENTRO De Dolores Fernández Cano





Sentada en el cómodo sillón, Laura procede a leer, con sus gafas progresivas, la tarjeta recibida.
Se trata de una invitación de la promoción del 68, que va a reunirse con la intención de rememorar recuerdos y anécdotas vividas durante el estudio de la carrera universitaria.
Laura reconoce que el tiempo ha pasado, implacable, para ella. Se observa en el espejo, contemplando las canas en los lacios cabellos,  a la vez que se refleja en su rostro la sequedad de la piel, marcada por las arrugas. Ante su desconcierto, siente la necesidad de acudir al salón de belleza. Mira a través de la ventana, contemplando el cielo plomizo, que anuncia lluvia.  Enfundada en su gabardina azul eléctrico, colgando de un hombro el bolso en bandolera, sale al exterior. Recorre a toda prisa, con sus gastadas botas, la avenida neoyorquina, que en las primeras horas mañaneras, se encuentra atestada de viandantes, dirigiéndose a sus trabajos o menesteres. Su intención es llegar a la peluquería lo más rápido posible, pues luego tiene que buscar una boutique para comprar un vestido, ya que en su fondo de armario, no encuentra el modelo adecuado para la ocasión.
Laura cuenta en su haber con dos objetivos con los que luchar. Uno es, la implacabilidad del tiempo, y el otro, las memeces de las ex-compañeras de universidad.




3 comentarios:

  1. Reencontrarse con el ayer, siendo ya otra, causa temor…pero Laura se olvida de una cosa, el tiempo pasa implacable para todos, casi por igual, arruga más, arruga menos. Me ha gustado mucho el lenguaje descriptivo que has usado en este relato, muy visual.

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  2. Gracias Isabel, tus palabras me animan.
    Dolores.

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  3. Sabes que lo haces estupendamente y que nos tienes cada miércoles pendientes de tus escritos. Eres simplemente magnífica..

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