Una tarde fuimos a una
dulcería. Había tantos dulces y chuches que no sabía cuales comprar y es que,
aunque sabía que todos engordaban, no lo podía evitar.
Cuando me fijé en los chocolates,
me quedé trastornada. ¡Había tantos y de tan variados modelos! Era como si estuviera viviendo un amor a primera vista. No sabía por dónde
empezar pero, al final, me decidí por unos que resultaron ser buenísimos.
Yo, que confieso mi amor eterno por el chocolate, me identifico plenamente con la protagonista de esta historia. Me acordé de una cita de una de mis películas favoritas, que dice que la vida es como una caja de bombones, uno nunca sabe cuál le va a tocar.
ResponderEliminarIncreíble relato mama para todos los que nos gusta el chocolate ! (Sergio Delgado Cairós).
ResponderEliminarTan tierno como el chocolate es tu dulce relato.
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