Vamos a hablar de los
tiempos pasados, aunque no sean agradables.
Recuerdo que, aunque de
esto hace ya muchos años, en el campo se veían los campesinos arando sus
tierras. En aquellos tiempos, lo hacían
con unas vacas, o también con unos burros, ponían una canga en el cuello de los
animalitos y se lo ataban con unas brochas que son una tiras de cuero y de ahí
partía un palo largo que se llamaba el timón al que unían una cosa de madera
que se llamaba la cabeza del arado. Ésta
formaba un pico y le colocaban una artefacto de hierro que se llamaba la reja. De la cabeza del arado partía un palo en
forma de curva que el labrador llevaba
con sus manos para dirigir a los animalitos.
Esto sí, podíamos decir
que era un gran sacrificio pero no había otra forma de hacerlo, hoy hay
máquinas para resolver este problema , pero la gente mayor ya no existe y los
jóvenes desconocen todo esto y lo peor es que no lo quieren conocer.
Tal como va la vida no
tendrán más remedio que volver a esos tiempos aunque cojan el burro por las
orejas porque de arado no saben ni el nombre.
Conocer de donde venimos para saber hacia donde vamos, eso nos parece decir lo que nos cuentas. Felizmente, muchos jóvenes se interesan por conocer el pasado para aprender de él.
ResponderEliminarLo que pasó hace muchos años, puede ser, que de nuevo volvamos a verlo. La crisis nos está asfixiando y no sabemos lo que será de nosotros. Los brotes están aún por ver.
ResponderEliminar