Nico: Luis, los chicos no han venido hoy
a vernos.
Luis: Tienen su trabajo y su familia,
Nico.
Nico: Pero nosotros también los
necesitamos, que estamos enfermos.
Luis: ¿Sabes cómo se llama eso, Nico?
Egoísmo.
Nico: Pues
no me importa ser egoísta, hasta el punto que tampoco me importa seguir
enferma, por tal de verlos a todos ellos, a los ocho.
Luis: Los
hemos criado con mucho trabajo, pero para ser libres, ahora no nos podemos
quejar, tienen su vida, su trabajo y su familia. Duérmete, Nico, pensando que
todos están bien, ya buscarán un rato para venir pero dicho sea de paso en la
habitación de al lado tienes una de ellos.
Nico: Pues bendito sea Dios, Luis.
Distintas formas de enfrentar la vejez, el vacío del nido, la vida que sigue con o sin nosotros…, de eso me habla esta conversación hecha relato.
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