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¡Eva,
te digo que estoy depre!.
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¡Pero
si esto es maravilloso!
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¡Paraíso
sí es, pero me aburro!.
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¡Sí,
pero yo no te puedo dar más!
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¡No
me tientes que tengo unas ganas!
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¡Chico,
como hombre siempre pensando en lo mismo!
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¡Pues
tápate que vas a coger frío!
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¡Claro,
tú quieres darme calor!
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¡Chica,
un abrazo no viene mal!
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¡Sí,
luego yo soy la que paga y tú de rositas!
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¡Será
porque Padre, Hijo y Espíritu Santo son varones!
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¡Como
mujer eso no me cuadra; ¡machismo puro!
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¡Dame
la manzana y verás que rico!
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¡Te
digo que lo que pase es toda tu culpa y de ahí vendrá la violencia de género!
Disfruto mucho la vena cómica, llena de gracia y acidez, que imprimes a algunos de tus relatos. Esta conversación, por ejemplo, no tiene desperdicio
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