A Polonia, una especial compañera,
con mucho cariño
El primer
día que entré en la Asociación, había siete u ocho personas, entre ellas, la
Presidenta y fundadora, Mª Luisa, que en paz descanse. La primera impresión que tuve fue buena; todas
me parecieron unas señoras amables y de gran vitalidad. Pero, hubo una que me llamó enormemente la
atención: era rubia, con ojos azules y piel sonrosada y, por esas
características, más parecía una alemana que una canaria. Quizá me fijé en ella con más atención, por
su gran semejanza con mi madre, quien también gozaba de los mismos
atributos. En cuanto la oí hablar, pensé
no, no se parece a mi madre, esta señora
tiene mucho carácter y el acento canario más marcado; mi madre tenía un tono de voz más suave. Sin embargo, al ir tratándola estos años con
más profundidad y tener así la oportunidad de conocerla más interiormente, he
podido comprobar que no me engañó la primera impresión. Polonia, al igual que mi madre, posee un gran
corazón que pone a disposición de las demás y unos sentimientos tan a flor de
piel que hacen que ésta cambie de color continuamente, y sea de ese modo, para
todas las personas que la tratamos y la queremos, un libro abierto.
Bella y entrañable semblanza que dibuja magníficamente a la mujer a quien va dirigida y que, de seguro, le llenará de emoción.
ResponderEliminarESTUPENDA SEMBLANZA DE UNA COMPAÑERA ENTRAÑABLE.
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