El miércoles, cuando
Isabel, nuestra profesora, dijo la tarea de la semana, me quedé con la mente en
blanco. Luego pensé que lo más difícil que me podía mandar a hacer era hablar
de mí, pero ¿cómo? si yo soy una desconocida para mí, sí yo siempre me digo no
sé cuándo estoy por la cabeza o por los pies.
Me puse a pensar que
soy caprichosa, un poco o muy tolerante;
si no me tocan las narices, bueno, generosa, comprensiva y cariñosa también me
gusta serlo, pero algo malo tengo que tener porque si no, ¡sería una persona
empalagosa!.
Si hay algo más, que
lo digan los que me conocen mejor que yo.
Isabel, ¡qué no se te
vuelva a ocurrir semejante tarea!.
Carmen, ¿viste? , al final no resultó ser tan difícil eso de mirar hacia adentro con ojos críticos y juguetones, y la desconocida no resultó serlo tanto. ¡Muy bien!
ResponderEliminarEn la foto estás preciosa, ¡bueno! como eres, guapa por dentro y por fuera.Te describes muy bien, aunque falto decir que eres muy romántica, soñadora, amiga de tus amigos, cariñosa...y tantas otras cosas buenas que posees y no les das importancia.
ResponderEliminarEres tan dulcemente empalagosa que hasta los diabeticos tienen prohibido tocarte... eres mucho mas que eso, todo lo que pones por partida triple. GUAPA!!!
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