Mami, ¿por qué te
fuiste con todo lo que aún tenía que decirte?. Hoy por ejemplo, siento la
necesidad de decirte que siempre fuiste y sigues siendo en mi vida una luz
constante, un calor que no acaba que aun no estando, siempre estás ahí.
También quiero decirte
una y mil veces, gracias por todos esos días, por todos esos años que estuvimos
juntas, por tu forma de quererme, por todo lo que me enseñaste.
Gracias por los miles
de recuerdos sobre los que he construido mi vida. Aún sigues siendo mi fuerza,
mi tesoro, la roca que me da la fuerza para seguir los vaivenes de la vida; de
mi vida.
Gracias mamá.
Emotiva invocación a un ser inmenso; como inmensas son todas las madres. Muy bonita.
ResponderEliminarMe emociona leer ese homenaje a la madre, es precioso y salido del corazón.
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