Dicen los expertos que
el inconformismo es poco pedagógico recomendarlo o muy peligroso practicarlo,
pero resulta que hoy mi subconsciente está en movimiento, acechado por la idea
de cambiar las cosas, romper moldes, liberar los sentimientos porque todo se
encuentra amarrado a las circunstancias del entorno que rodea mi
existencia. Asida por la pimpante
chincheta con la que he sido clavada a los condicionantes dinásticos que me han
atrapado en la inmensa telaraña, tejida alrededor del diario camino por los
depredadores que vigilan el tranquilo destino creado por la vida que disfruto.
Todo esto lo ha
expresado el hipocampo que, tras un repentino movimiento del ánimo, se ha
desbocado…Rápidamente procedo a sujetarle las riendas ya que los minutos
concedidos por el reloj, colocado en el laboratorio biológico, ha finiquitado
por el momento.
Vaya, vaya: el hipocampo amaneció díscolo. Pues no está nada mal; de vez en cuando hay que soltar amarras y dejarle campo de acción al desvarío porque de él ha surgido muy buena literatura.
ResponderEliminarGracias ISABEL, por tu comentario. Me hace mucha ilusión. Dolores.
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