Aquel día, el mundo amaneció al revés. Muy temprano en la mañana, casi al amanecer, Elisa salió a correr, tal como tenía por costumbre; era su deporte favorito. Solía hacerlo entre los árboles de un pequeño bosque cercano a su casa pero, esta vez, cuando estaba llegando a un claro, oyó unos rugidos muy raros. Extrañada y asustada, porque estaba sola, se fue acercando despacio hasta descubrir, con enorme sorpresa, a un grupo de dinosaurios peleando entre ellos. Se disputaban un tigre muerto. Elisa se quedó aterrorizada; no podía creer lo que estaba viendo. ¡Estamos en el siglo XXI y estos bichos se extinguieron hace miles de años!, se repetía. Tanto era el miedo que tenía que no se podía mover y cuando finalmente reaccionó, ya era demasiado tarde pues los dinosaurios soltaron a su presa y corrieron hacia donde estaba ella. La joven, al darse cuenta del peligro, salió corriendo pero, tropezó con una rama y cayó al suelo. Al girar la cabeza, vio una enorme boca a punto de devorarla. Grito y grito, pidiendo ayuda pero… fue entonces cuando despertó. Todo había sido un terrible sueño. Una pesadilla, sí… aunque Elisa no está segura de si volverá a correr por ese bosque.
Un buen trabajo de imaginación que habla de las habilidades que vas incorporando a tu haber.
ResponderEliminarLos sueños y pesadillas nos acompañan en nuestros escritos, seguramente es porque tenemos la imaginación despierta.Un Abrazo
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