EL LENGUAJE DE LAS MANOS
Nuestras manos son muy importantes para ayudar a expresarnos y, muchas veces, hablan por nosotras, sin necesidad de palabras. Yo las empleo para hacerles comprender a mis nietos lo mucho que les quiero. Son cinco, por lo tanto coinciden con los dedos de la mano. Cuando alguno de ellos me pregunta que si lo quiero más o menos que a los demás, siempre les pongo la mano de ejemplo.
-Mira mi mano –le digo-. Unos dedos son más grandes que otros, o más finos o más gruesos; no hay dos iguales. Sin embargo, todos son importantes. Si me rompiera alguno, el dolor que sentiría sería el mismo por uno que por otro. A todos los necesito y todos son parte de mi persona.
Él sonríe y se queda satisfecho con la explicación.
La mano es la mayor prueba de cariño cuando se la tiendes a un amigo, la necesite o no; el cariño siempre es apreciado y todos los momentos son buenos para manifestarlo. Dejar salir los sentimientos con pequeñas pruebas de afecto, hace que nos sintamos más felices nosotros y también las personas que nos rodean.
¡Cuánta sabiduría encierran tus palabras, Amalia!. Maravillosa parábola ésta de las manos que, sin duda, quedará en la mente y en el corazón de tus nietos para siempre. Precioso y muy bien escrito.
ResponderEliminarCADA VEZ ME GUSTA MAS OÍR TUS LECTURAS, SON PRECIOSAS. ESTA DE LAS MANOS CONCRETAMENTE ME PARECE FASCINANTE
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