Isla de El Hierro, hermosa,
criatura imponente,
de hábitos ancestrales,
de danzas y cantares,
sonido de tambores
que emocionan a veces
en los días de fiesta,
a paisanos y extraños.
Inquieta y vigorosa
con vientos y cadencias,
tus claros cielos limpios,
tus mares cristalinos
con lugares ocultos,
de armonía y zozobra,
serenos o agitados
depende del instante.
Tus amaneceres
me llenan de entusiasmo,
todo en ti, bella isla,
parece formidable.
Volver a visitarte
es lo que más ansío,
sentirme prisionera
de tus bellos encantos
Mary, gracias por traer poesía a este taller nuestro, lo cual ha sido una agradable sorpresa. Y gracias, también, por regalarnos este hermoso poema que, yo en mi condición de herreña enamorada de su isla, te agradezco doblemente. Me encanta descubrir que la magia de esta isla contagia a gente sensible y profunda como tú. Un abrazo
ResponderEliminarTU SIEMPRE TAN COMPRESIVA Y CARIÑOSA. EL COMENTARIO ME INSPIRA CONFIANZA. LA ISLA DEL HIERRO ME PARECE FUERTE, MISTERIOSA Y DULCE A LA VEZ. MUY COMPLETA.
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