No sé qué pasa en mi mente que está dormida. Las once líneas que nuestra profesora Isabel
nos ha pedido, hoy se me hacen enormes, muchas más de las que escribo
habitualmente y las ideas se me escapan sin poderlas atrapar. ¿Será agotamiento mental? No lo sé.
De lo que sí estoy segura es de que no es falta de ilusión, de eso, si
cabe, cada día tengo más y espero con ansiedad que llegue el miércoles para
intentar sumergirme en el mundo maravilloso , y a veces irreal, de la palabra,
llámese poesía o narrativa, y de poderlo compartir con ustedes.
No debe estar tan dormida entonces, cuando has llegado a la meta, a priori imposible, de las once líneas, hablándonos de ilusión y de amor por la literatura. Bien despierta me parece.
ResponderEliminarPreciosa disertación la que as construido en once líneas, me ha encantado.
ResponderEliminarA veces pasan estas cosas...Muy bien contado la ausencia en un determinado momento de las musas.
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