Las once líneas que más ilusión me han hecho en toda
mi vida, fueron aquellas que leí cuando me llegó la primera carta que mi novio
me envió al partir, por segunda vez, a Venezuela.
Algunas veces, había pensado en la posibilidad
de que él no regresara nunca más a las islas,
pero volvió. Su marcha fue en marzo y,
fue tan rápido su regreso,
que vendió todo lo que tenía allá y en agosto
ya estaba de vuelta.
de que él no regresara nunca más a las islas,
pero volvió. Su marcha fue en marzo y,
fue tan rápido su regreso,
que vendió todo lo que tenía allá y en agosto
ya estaba de vuelta.
En aquellas líneas me decía que
no podía vivir lejos de mí.
Él era el amor de mi alma.
Estas once líneas dejan patentes, una vez más, las perennes estelas que deja tras de si, un gran amor como el vuestro.
ResponderEliminarLa mejor escritora del mundooooooooo tqqqmmm paaooolaa
ResponderEliminarLuisa, siempre evocas el amor de tu vida, eso me parece maravilloso.
ResponderEliminarOnce líneas bien aprovechadas, con las que has construido una familia maravillosa de la que tú, eres el mayor pilar. Un abrazo.
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