Querida
hija:
Te escribo
estas líneas para que sepas que estoy viva y lo hago despacio porque sé que no
puedes leer deprisa. Nos hemos mudado y
no puedo enviarte la dirección; es que la última familia que vivió aquí se
llevó el número de la casa cuando se fue para no tener que cambiar de
dirección.
Esta casa es
muy linda. Tiene una lavadora en el
baño, es pequeña y blanca pero parece que no funciona muy bien. Le di a la palanca y desde entonces no he
vuelto a ver la ropa.
Por fin
enterramos a tu abuela. Encontramos el
cadáver ahora, en la mudanza. Estaba en
el armario desde aquel día que nos ganó jugando al escondite.
El otro día
explotó la cocina a gas y tu padre y yo salimos disparados por los aires y
caímos fuera de casa. ¡Qué emoción!, era
la primera vez que salíamos juntos en muchos años.
Tu primo
Paco se casó y resulta que le reza todas las noches a su esposa porque era
virgen. Y ¿recuerdas a tu primo Manolo?
Ya no está en este mundo. Su padre
murió hace dos meses y pidió ser enterrado en el lago. Manolo murió mientras cavaba la fosa.
Mira hija,
si ves a doña Remedios, le das saludos de mi parte y si no la ves, no le digas
nada.
Me despido con mi bendición y un poema que escribí
especialmente para ti
Te quiero
más que a mi vida
más que a
mi vida te quiero
y si me
sacan los ojos
te quiero
con los agujeros.
Tu madre
Muy divertido escrito donde juegas muy bien con el humor de lo absurdo
ResponderEliminarHace falta un poco de humor en este mundo absurdo. Leyendo tu escrito me he divertido mucho. Continua así, es muy gratificante.
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