Una mañana
calurosa y soleada, iban los famosos caminantes por un polvoriento camino, en
medio de un silencio sepulcral. De repente,
vislumbraron un edificio allá a lo lejos.
-¡Sancho!
Pues estamos vivos. Corre y compra una
cocacola bien fría.
-Sí, señor –contestó
Sancho muy emocionado
-¿O acaso
son molinos? –dudó de pronto don Quijote
-Pues no, no
son molinos, señor, son preciosos adornos navideños. ¡Ja, ja, ja! ¡Qué panzada
me voy a dar!
Dos personajes famosos sacados de contexto pero que, sin embargo, mantienen intactos los roles con los que fueron creados: realidad y fantasía por esos caminos mágicos de la ficción. Muy bueno, Carmen Margarita.
ResponderEliminarNo hay quien pueda competir contigo en los micro-relatos, sabes decir mucho en poco espacio, eso es una virtud de la que yo carezco.Enhorabuena compañera.
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