Paseando por la playa de la Tejita
una tarde; un atardecer precioso, tropiezo con algo duro, lo cojo y es una
botella cubierta de algas y… qué curioso, tiene algo dentro. Lo saco y es un
escrito, leo y dice:
“Soy un naúfrago del Valbanera,
estoy en una isla en completa soledad, me llamo Tinerfe Bencomo, soy del sur de
Tenerife y pido a Dios que esta carta llegue a alguien para que me encuentren.
Bonito relato en el que los pasados se mezclan para acercarnos, narrativamente hablando, a orillas mágicas y misteriosas
ResponderEliminar