La escalera y la noche
Yo comparo la vida con la escalera de un edificio. Primero, empezamos a subir los peldaños de uno en uno. Cuando crecemos, los subimos a trancos. Luego, nos sentamos, respiramos y nos calmamos. Nos casamos, tenemos hijos; seguimos subiendo. Cuando llegamos al ático estamos en la plenitud. Nuestros hijos terminan sus estudios y entonces el espacio en el que nos movemos florece junto a nuestros seres queridos; somos felices.
De repente, cuando menos lo esperas, se hace la noche: fría, tétrica, fea. Se nos van nuestros seres amados. Nos parece que esa larga noche nunca termina pero…, sí que amanece. Finalmente, se hace la luz. Nos entra por la ventana un rayito de sol y poco a poco despertamos de la pesadilla dolorosa y cruel.
Los seres humanos no sabemos de lo que somos capaces. Somos como el Ave Fénix; resurgimos de nuestras cenizas aunque nunca olvidemos
Emotiva reflexión personal sobre la vida, usando la escalera y la noche como metáfora.
ResponderEliminar