En
el Centro Estudiantil todos estaban ilusionados, desde profesores hasta el
alumnado. Habían conseguido entradas
gratuitas para el concierto que próximamente ofrecería el grupo musical Auryn,
actuales ídolos de la juventud. Cuánto
más se acercaba la fecha del acto, los chicos y chicas del instituto no podían
reprimir su entusiasmo y alteración.
Más de uno había recibido alguna reprimenda por no concentrarse en sus
tareas. Los educadores, para incentivarles
a estudiar, propusieron un examen de lo trabajado en la última quincena; quien
no lo superase se quedaría sin ver a sus iconos. De esa forma, todos los jóvenes se esforzaron
en dedicar el tiempo al cultivo del estudio y, sin excepción, aprobaron con
nota la prueba a la que fueron sometidos.
La
fecha del gran acontecimiento, el día amaneció sombrío y lluvioso, lo que
produjo que los adolescentes estuvieran al borde de un ataque de nervios; dado
que la actuación era al aire libre, tan sólo imaginar que pudiera diluviar y
quedarse sin ver a su grupo favorito, les causaba desazón.
Horas
más tarde, como por arte de magia, el cielo aclaró tornándose el gris en azul
intenso, el sol apareció acariciador, inundando la ciudad con sus tibios rayos.
El
concierto fue un éxito. Los jóvenes
estudiantes lo disfrutaron al máximo.
Conocieron personalmente al grupo de cantantes, hablaron con ellos y al
final de la velada se despidieron satisfechos.
Menos mal que el tiempo fue benigno, finalmente. Nada más tormentoso que un grupo de adolescentes inmerso en un ataque de nervios colectivo. Ya sabemos de la juventud y sus ardores llevados al extremo; como para que Almodóvar vuelva a ser una película con este título, verdad?? jaja
ResponderEliminarQue no falte el humor, nos hace más humanos, más realistas y más de todo...
ResponderEliminarCuando uno es joven. Pone mucho ímpetu en todo.que esa ilusión no nos falte nunca
ResponderEliminar.Me ha enencantado, se te da muy bien todo lo de la primera y segunda edad. Un abrazo.
Cuando uno es joven. Pone mucho ímpetu en todo.que esa ilusión no nos falte nunca
ResponderEliminar.Me ha enencantado, se te da muy bien todo lo de la primera y segunda edad. Un abrazo.
Muy realista la narrativa. Los conciertos al aire libre animan mucho a todo el mundo. Mª Dolores.
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