jueves, 17 de octubre de 2013

VERDE. De Amalia Jorge Frías




Había cumplido 18 años; se consideraba mayor de edad y quería trabajar. Sus padres no se lo permitían, pero sabía que era la mejor excusa que tenía para salir de la casa y empezar a ser ella misma. Deseaba ver hasta donde era capaz de llegar sin la ayuda e influencia de sus padres, conocer otra vida; y aunque era consciente de que todavía estaba verde como persona, quería intentarlo, recorriendo su propio camino.

Lo consiguió, y gracias a esa decisión, encontró la felicidad de la que aún  disfruta todavía.




4 comentarios:

  1. Breve, conciso este retrato de la vida misma que perfila perfectamente la hazaña de crecer, de pasar de ese verde inquieto y voluntarioso, a la pausada madurez. Tan largo y tortuoso camino, como maravilloso es el vivir… ¿verdad, mi querida Amalia?. Un abrazo enorme.

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  2. Un trozo de la realidad que a todos nos ha tocado vivir, contado de una manera precisa y hermosa. Felicidades Amalia, muy buen relato.

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  3. Corto, pero preciso y contundente, me ha encantado.

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  4. Begoña Hernandez.

    El empuje de la vida pasa por encima del exceso de algunos padres a que sus hijos inicien y aprendan a volar solos...Muy cortito pero muy bien expresado y el mensaje llega claro y contundente..Un abrazo y ha continuar por el camino de las letras.

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