lunes, 25 de noviembre de 2013

ENCUENTRO De Amalia Jorge Frías







Es una hermosa noche de verano. Me apetece salir a pasear por el viejo pueblo donde habito, contemplar las altas casas y ver los balcones abiertos, donde muchos de mis vecinos, están asomados, disfrutando del aire fresco que viene del mar.
Cruzo la ancha plaza que a esta hora permanece desierta, me detengo a mirar los bancos de piedra, y la imaginación me hace retroceder en el tiempo; ¡cuantas horas de mi vida he pasado sentada en esos bancos!. Primero, con mis padres, cuando era niña y ellos aprovechaban para descansar, luego con mis amigas, mientras charlábamos, al mismo tiempo que escudriñábamos a los que pasaban; sobre todo para que no se nos escapasen los chicos que a nosotras nos gustaban, por último, con mi novio; ¡cuantas ilusiones y cuantos secretos podrían contar esos bancos, si hablaran!.
Sigo paseando; sola, sin miedo, iluminada por la esfera del reloj de la torre de la iglesia y acariciada por el reflejo de la luna llena.

¡Sí!. Creo que ha sido un gran acierto salir esta noche de mi casa; necesitaba encontrarme con mi soledad.


2 comentarios:

  1. Hermoso encuentro. Sin duda, la belleza y la profundidad de unos preciosos versos como los de Antonio Machado, son siempre fuente de inspiración. Me ha encantado.

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  2. Evocadora historia, tanto si es real como si no, es preciosa.

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