Yo estaba sentada en el vagón del tren, leyendo un libro
cuyo protagonista era un hombre vestido de negro cuando ví como en una de las
paradas subía un individuo de idénticas características. Vestido de negro, parecía que iba de entierro
pero no, estaba equivocada; iba a una boda junto a su esposa, hijos, hermana,
suegra y toda la familia. Les escuché
hablar de lo bonita que iba a estar la ceremonia y que todos se quedarían a
pasar unos días en el pueblo. Yo estaba
tan ensimismada en la historia que estaba escuchando que me olvidé del libro y,
por poco me presento con ellos a la boda;
lástima que no estaba invitada.
Supiste darle un tono cómico a una historia que aparentemente iba a ser oscura y misteriosa. Muy bien.
ResponderEliminarEres espontanea y tienes mucha gracia contando las cosas. Eso es envidiable. Hasta pronto
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