martes, 1 de mayo de 2012

UNA HISTORIA DE AMOR de Luisa Delgado Bello




Como ya les conté en otra ocasión, mi madre venía a Santa Cruz a vender sus trabajos de rosetas canarias.  En esa época teníamos unos familiares que vivían en la capital.  Ella aprovechaba y se quedaba un par de días más con ellos, para ir al teatro, que era una cosa que le encantaba.  Nosotros nos quedábamos con mi padre en el pueblo.  Él se ponía enfadado porque le parecía que tardaba mucho en regresar y nos decía: ¡cuando llegue la mato!.  Pero, cuando mi madre llegaba, ahí estaba él con los brazos abiertos para llenarla de besos.  Mi padre era el esposo más enamorado de su mujer del mundo.
Yo siempre soñaba con encontrar un hombre que se pareciera a mi padre y, vaya si lo encontré.  Mi marido era un calco de mi padre o quizá mejor.

2 comentarios:

  1. Emotivas memorias, llenas de admiración por aquellas personas que amamos. Muy en la línea a la que me tienes acostumbrada. Ojalá te animes a seguir sacando a la luz tan bonitos recuerdos.

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  2. Me voy metiendo en tu vida por tus emocionantes relatos llenos de amor. Me encanta el modo en que narras las experiencias vividas. Un abrazo.

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