Hace mucho tiempo, un día en el que estaba
haciendo limpieza en el trastero, mientras mi marido se encontraba leyendo en el patio, me
encontré con un viejo bolso de viaje muy estropeado, que él había traído de
Venezuela. Ya estaba yo pensando en
deshacerme de aquel trasto, cuando mi marido entró preguntándome qué pensaba
hacer con el bolso. Le contesté que
tenía idea de tirarlo a la basura pues estaba ya en mal estado, a lo que el respondió –muy serio –
que lo pusiera donde estaba porque para comprarlo había tenido que vender
muchas cocacolas y limpiar muchas mesas.
Ha pasado el tiempo y con él muchas cosas, desde aquel episodio.
Hace tan sólo unos días, descubrí el dichoso bolso
sobre un armario del trastero y reviví todo aquello nuevamente. Ahora sé que el bolso va a seguir conmigo
mientras que yo tenga vida porque se ha convertido en un recuerdo muy
entrañable de mi marido.
Un objeto importante para un ser querido, se ha convertido con el paso del tiempo en un objeto importante para ti, porque pertenece a sus recuerdos y a tu memoria. Me ha gustado, Luisa.
ResponderEliminarES UNA DESCRIPCIÓN MUY ENTRAÑABLE DE TUS RECUERDOS. UN BOLSO ES EL DETONANTE. SE QUE TIENES GUARDADAS GRATAS VIVENCIAS DE VIDA EN COMÚN CON TU QUERIDO ESPOSO. ME HA GUSTADO MUCHO.
ResponderEliminarEsa es mi yeya
ResponderEliminarDe tu nieta yeya
ResponderEliminarEsa son las historias de mis abuelos ruben y luisa de paola
ResponderEliminarPrecioso Visi. Ese bolso tiene muchos valores. Besos
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