Ayer encontré en el
mueble del comedor, un mantel que trajo a mi memoria recuerdos de mi abuela y
su máquina de coser. Era muy antigua, de
marca Titan. En ella pasó muchas horas
porque su profesión fue la de costurera. Tiempo después de que ella muriera, mi
madre se la regaló a un familiar que la transformó en una consola, con una tapa
de mármol en la parte superior.
En una visita hecha a
este familiar, la vi en la entrada de la casa y me gustó mucho como quedó
después del arreglo que le hicieron.
Aquel encuentro con la máquina, movió en mi muchos sentimientos y dejó
en mi pensamiento el deseo de haberla conservado como recuerdo de mi
abuela. La casualidad quiso que llegara
a una persona que tenía el mismo derecho a tenerla que yo, pues también es
nieta suya quien la tiene.
Objetos que acarician la piel de la memoria, que traen al presente, el amor por los que se fueron y dejaron huella en nuestro corazón: máquinas de coser,bicicletas, bolsos de viaje, afiladores, murales, tarjetas… cualquier cosa, en apariencia de escaso significado, adquiere una dimensión extraordinaria.
ResponderEliminarBONITA MAQUINA YO TAMBIEN TENGO UNA ANTGUA DE LA MARCA ALFA ME LA REGALO UNA PERSONA QUE NO ESTA CON NOSOTROS LA TENGO COMO ORO ENPAÑO FELICIDADES DE UNA COMPAÑERA NARRANDO CADA JUEBES NATY
ResponderEliminarUN OBJETO DEL RECUERDO, VALIOSO EN SENTIMIENTOS.ME GUSTA TU FORMA DE NARRAR PORQUE PONES ADEMÁS DE IMAGINACIÓN, CARIÑO Y, ESO NO TIENE PRECIO.
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