Me
llamo Kubrat. Soy un niño rumano que
vivía en un lugar lleno de muchos niños como yo. El sitio se llama La Casa del Niño. Mi vida
cambió el día en el que me llamaron a tutoría y la directora me anuncia que me
tenía que ir con una señora que había venido a buscarme, que me iba con ella a
España. Yo le dije que no pero la tutora
me convenció de que era lo mejor para mí.
Me vistieron con ropa que había traído ella y, todavía atontado, me
despedí de mis compañeros. La mujer me dio
la mano y me sonrió. Juntos nos subimos a un taxi. Yo miré hacia atrás y me puse a llorar. Ella me abrazó y me dio el primer beso y
también mi primer juguete. Me hablaba
bajito. Me ofreció galletas. Luego vino el tren y al final el avión. Yo estaba asustado y me chupaba el dedo
gordo; aquella era mi afición favorita.
Me dio a entender aquella señora que estábamos llegando y yo, por la
ventanilla veía una montaña grande con el pico nevado. Al bajar del avión, un grupo de personas que
nos esperaba, me dio muchos besos. Eso
me gustó. Subimos al coche y llegamos a
casa. Me dieron una habitación para mi
solo. Cenamos cosas raras y yo sólo comí
pan y leche. Me fui a dormir, siempre
con mi dedo en la boca. A los pocos
días, me llevaron a un colegio; mi colegio.
Ya
voy entendiendo un poco más. Dicen que
soy una esponja. Ahora tengo mamá, tíos,
abuelos, primos. A todos les preocupa
que no me deje de chupar el dedo. Por
eso me llevaron a un sicólogo y él les dijo que lo único que yo había tenido
mío era mi dedo. Mi madre me regaló un
perro de peluche. Me encantó. Ese día me fui a dormir y me chupé la pata
del perro. Ya no tengo miedo.
¡Que hermosa historia! Contada desde la personal voz de un niño, su protagonista, despierta emociones y simpatías. El lector conecta inmediatamente con los sentimientos de un niño y sus pasos lentos por el camino del amor y el calor de una familia.
ResponderEliminarHAS DESCRITO CON TERNURA Y GRAN HUMANIDAD LOS SENTIMIENTOS DE UN NIÑO AL ENFRENTARSE A SU NUEVA FAMILIA, A RECIBIR CARIÑO, COMPRENSIÓN Y TODO EL AMOR DEL MUNDO. ¡FANTÁSTICO!
ResponderEliminar