Hoy, 27 de febrero del 2013, es un día que pasará a
la historia: su Santidad Benedicto XVI ha hecho su aparición, por última vez,
en la Plaza de San Pedro de Roma, donde doscientos mil fieles lo
esperaban.
La despedida fue muy emotiva, sobre todo para
nosotros los que hablamos castellano, ya que fue bastante extensa y cercana;
quizá tuvo en cuenta que el cincuenta por ciento de los católicos del mundo
hablamos esa lengua.
Cuando en el año 2005 fue elegido Papa, pensé que,
debido a su avanzada edad, pocas cosas le daría tiempo de hacer, sin embargo,
según opinión de los expertos, su proyección ha sido más grande de lo que
esperaba. A pesar de que sólo ha
permanecido en el pontificado ocho años, su dedicación y capacidad de trabajo
ha superado todas las expectativas y ha podido hacer casi todo lo que tenía
programado.
De todos es conocido su carisma y gran humanidad,
pero nuestra mayor admiración hacia él, ha sido por el arrojo y valentía de que
ha hecho gala, al dimitir en el momento que él ha considerado que sus fuerzas
ya no eran suficientes para realizar un trabajo tan difícil e importante, como
es ser representante de Jesucristo en la tierra.
Muy oportuno tu escrito de esta semana, Amalia, porque sirve de homenaje y emocionada despedida a un Papa que ha hecho historia.
ResponderEliminarBonito y emotivo homenaje al Papa. Me ha encantado.
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