Todo empieza en
La Toscana. Nuria ha disfrutado de sus vacaciones en ese lugar de Italia. Se ha
enamorado perdidamente de su campiña, su benevolente clima, la dulzura de sus
gentes, y allí ha vivido unos apasionados días.
A la vuelta,
después de mucho pensarlo, siente el impulso regresar, quiere residir allí indefinidamente y, por tal motivo,
solicita el traslado a un consultorio de medicina familiar, ya que ella es una
afamada doctora.
En el mes de
octubre, recibe un correo electrónico, indicando la obtención de la plaza
solicitada.
Ahora, le queda
por pasar el peor trago, comunicárselo a sus padres. Se dirige, con paso firme,
al salón donde se encuentran acompañados de sus dos hermanos.
Procede a
enseñar el documento, que su padre lee ávidamente, en alta voz. Al finalizar,
sus hermanos aplauden su decisión.
Nuria, respira
aliviada, pues los suyos no se dan cuenta que existe algo más en ese destino.
En este relato, el lector adivina que hay una historia detrás de lo que se nos cuenta. Uno intuye las causas de este deseo irrefrenable de regresar a un lugar donde algo muy especial espera a la protagonista. Puede que estemos engañados y que el objeto de ese amor a primera vista sea tan solo la bellísima Toscana.
ResponderEliminarLos italianos tienen fama de conquistadores, seguramente algún florentino le robó el corazón a la doctora. Pensar es libre, y tú lo haces a la perfección. Saludos
ResponderEliminarLos italianos tienen fama de conquistadores, seguramente algún florentino le robó el corazón a la doctora. Pensar es libre, y tú lo haces a la perfección. Saludos
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