Cierto día, coincidieron en un cine
Charles Darwin y el buenazo de Noé. Juntos se sentaron a ver la película que
iban a pasar ese día: “El planeta de los Simios”.
Pasado un rato, Darwin,
con cara de preocupación dice:
-Esto no lo tenía previsto en
ninguno de mis estudios. Ahora mismo voy corriendo a mi laboratorio, a ver en
que me he equivocado.
Viendo tal grado de
preocupación en el rostro de su acompañante, Noé le murmura:
-Pues avísame si hay algún
cambio, pero yo, por si acaso, en cuanto llegue a casa, borraré a los monos de
la lista de los animales a rescatar. ¡Visto lo visto, mejor no arriesgarse!.
¡Qué bueno! Ingenioso, divertido, inteligente. Me ha encantado este encuentro. ¡Bravo!
ResponderEliminarMe llenan tus relatos,les imprimes mucho de ti. No quería decírtelo pero, me das envidia y creo que no es de la sana,¡es de la otra"!. Te felicito.
ResponderEliminarGracias Mary, pero no tienes nada que envidiar, tú tienes mucho arte cuando escribes, la prueba, es ver como nos haces disfrutar con tus relatos, cada semana. Un abrazo!.
ResponderEliminarGracias Mary, pero no tienes nada que envidiar, tú tienes mucho arte cuando escribes, la prueba, es ver como nos haces disfrutar con tus relatos, cada semana. Un abrazo!.
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