Te formaste en vientre de mujer
hasta el día en que te permitió nacer.
Creciste en sus brazos,
te acuno y alimentó en su pecho.
La querías y venerabas a ese cuerpo
de madre, mujer.
¿En qué momento dejaste de ser el ser
que nació de mujer?
¿En qué momento dejaste de amar
y respetar a la mujer?
¿Por qué del amor, al maltrato
pasaste, volviendo el mundo al revés?
¿Por qué no vives y dejas vivir el otro
ser,
a esa hija de mujer?
A la que la falta de tu amor y respeto
daña el ser.
¿Y eres tú hijo de mujer?
¡Perdónalo gran Dios!
Pero dile así no es.
Enséñale tú como se trata a una mujer.
No es hombre
el que maltrata a una mujer
Recuérdale, Señor, donde nació
y por qué.
Y a ti, mujer,
tú que pariste a ese ser,
enséñale a ser digno hijo de mujer.
Nunca son suficientes las ocasiones en que muchas, distintas, infinitas voces se levanten en contra del maltrato en todas sus manifestaciones y formas. Gracias, por poner voz al clamor de la gente de bien, que es mucha, que es casi toda. No permitamos que la sinrazón de unos pocos venza.
ResponderEliminarBuen poema. Con buen mensaje. Te felicito. MªDolores.
ResponderEliminarImpresiona el mensaje del poema, ojala sirva para mucho, eso es lo que espero.
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