Era una familia humilde que vivía en
una casa muy sencilla aunque agradable.
Los hijos ya habían hecho sus vidas y no venían sino de visita, así que
allí se alojaban la pareja sola.
Un día, al regresar de un paseo, vieron
una humareda a lo lejos. Al acercarse deprisa, descubrieron que el humo provenía de
su casa; de lo que quedaba de ella porque ya casi había desaparecido entre las
llamas.
Aquel matrimonio, ya casi al final de
sus vidas, se había quedado sin nada.
Todo lo poco que tenían se había convertido en humo y ahora solo les
quedaba la esperanza de que sus hijos le echaran una mano.
Dura historia, mucho más al conocer que fue real. Quedémonos con la idea de que al final se quedaron con lo verdaderamente importante, el amor de sus hijos.
ResponderEliminarSeguramente sus hijos fueron los primeros en ayudar. Lo importante es que salvaron sus vidas.
ResponderEliminarEl fuego es algo terrible. No se como existen personas pirómanas. MªDolores.
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