Resolverlos
es una buena forma de descansar el cuerpo y hacer pensar a la mente, una manera
de evadir las neuras, una ayuda para
olvidar por momentos, angustias en las largas noches con enfermos. A mí, que soy persona matraquilladora, los crucigramas me han ayudado mucho. Gracias a que soy lectora empedernida, me
sumerjo en ellos y el tiempo se me pasa mientras busco palabras que encajen con
las definiciones. ¡Me encanta acertar todas las que sé! y eso me llena de
satisfacción.
¡Un
diez para el inventor de este acierto!
Coincido contigo. Los crucigramas son excelente compañía en momentos difíciles, de espera, de angustia, de vacío. Al final uno concluye que las palabras son una buena medicina.
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