En este mundo en el que nos encontramos, son más las personas
que mienten que las que dicen la verdad, aunque se puede perdonar alguna
mentira piadosa, pero para mí resulta muy desagradable una persona que diga
mentiras.
Los mayores mentirosos que existen son los políticos, pero
esa es su misión, mentir unos a otros.
Se insultan, critican sus vidas y hechos y al fin se encuentran y se
abrazan; esa es la política, así vivimos oyendo mentiras todos los días y
después se dan la buena vida y nosotros somos los que pagamos todas esas
deudas.
Muchas veces sucede que una persona dice que te vio o que
dijiste una cosa sin haberlo hecho; todo incierto pero, ¿cuál es la solución?
Hacer la vista gorda y perdonar porque las discusiones son muy feas. Hay personas que gozan por decir una mentira
y si con ella te ofenden, mucho mejor. A
veces son cosas increíbles que ocasionan grandes disgustos pero, como Dios
perdonó a sus enemigos, nosotros debemos pensar en la paz y así viviremos
mejor. Como no vamos a heredar este
mundo, cuanto mejor lo pasemos, viviendo una vida tranquila con mucha paz y
cariño, más felices nos iremos al otro barrio.
Sabias palabras las tuyas, Lucía. No puedo dejar de darte la razón.
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