Para reír a carcajadas no hace falta sino que te hagan
cosquillas; te partes de risa como cuando te cuentan un chiste gracioso. También hay personas a quienes les da risa
cuando alguien tropieza y se cae.
La risa es muy contagiosa porque si ves a otras personas
reír, es casi imposible que no lo hagas tú también al mismo tiempo.
Si eres propensa a la risa, tienes que ir preparada; tendrás
que ponerte un salva-slip, quiero
decir, aquí entre nosotras.
Es verdad que la risa es bonita verla cuando tienes unos
dientes blancos y parejos; la risa que llamamos profiden.
Curioso es que al reír también nos salgan lágrimas. Pero a mí las risas que más me gustan son las
de los bebés; son preciosas y tiernas, además de contagiosas. Te dan ganas de comértelos a besos.
Sigan mi consejo, amigas, cuando rías con ganas, cierren las
piernas porque de no hacerlo, tendrán un problema, digamos acuoso.
Nos has hecho un simpático recorrido por el mundo de la risa y sus consecuencias. Como resultado, has despertado en quien te lee risas y sonrisas, lo cual es un gran logro. Bien hecho.
ResponderEliminarLas risas cuando son verdaderas son bonitas, pero todo el mundo no sabe reir. La narración te ha salido muy bonita, estás hecha una experta. MºDolores.
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