Un día
de campo de mucho viento, me refugié en un cobertizo y, de repente, me percaté
de que alguien se acercaba.
-¡Qué
tiempo tan infernal! –me dijo
-¡Sí! –contesté
Empecé a
recoger mis cosas y me marché caminando, tan veloz como aquel camino agreste me
permitió. Al rato, me tropecé con mi
amigo Manú.
-¿Dónde
vas tan veloz como el viento? –me preguntó, extrañado.
-Donde
mis pies y mis pensamientos abrumadores me permitan. Necesito despejarme de estos tormentos de
soledad que arrastro conmigo –le contesté en un solo aliento, tras lo cual,
seguí tan veloz como el viento que seguía soplando…
Brevedad, sugerencia; apenas un esbozo nos permite, como lectores, acercarnos a ese sentimiento de soledad y desasosiego que invade a la protagonista de este microrrelato.
ResponderEliminarQUERIDA MONEIBA: TU BREVE RELATO DESCRIBE UN VIENTO INFERNAL QUE TE HIZO RECORDAR SENTIMIENTOS DE SOLEDAD QUE GUARDABAS ESCONDIDOS.SEGURO QUE LUEGO TE SENTISTE ACOMPAÑADA POR TODAS LAS COMPAÑERAS DEL TALLER. UN ABRAZO
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