Me
siento bendecida por haber tenido la madre que tuve, tan dulce y cariñosa,
siempre atenta a todos los que le rodeaban, dispuesta a complacer con su gran
sabiduría, resignada ante los avatares de la vida. Yo intento imitarla y cumplir todas sus
enseñanzas pero no sé si he logrado conseguirlo.
Me
pongo a reflexionar y pienso que todas las mujeres sabemos cantar un arrorró porque
todas llevamos dentro esos sentimientos tan puros y profundos, de madres dulces
y cariñosas en toda su dimensión.
Todo
esto unido es ser madre…
Dicen que toda mujer lleva una madre dentro. Debe ser verdad, así que ante el llanto de un niño, seguro que todas estaríamos dispuestas a cantar un arrorró, como bien dices.
ResponderEliminarCreo que tú debes ser una gran madre, generosa, cariñosa y tierna, de no ser así, no habrías podido escribir un relato tan auténtico.
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