La
pareja decidió ir de viaje de aventuras,
a esquiar a los Alpes. Nunca lo habían
hecho pero pusieron empeño y al menos se divirtieron intentándolo. Ahí no quedó la cosa. Pasaron unos días esplendidos, cara al sol,
con sus consecuencias. Se quemaron, como
era de esperar. Así que se metieron en
el refugio muy calentitos y con buena comida y allí pasaron el resto del fin de
semana.
Pensaron
que para el siguiente viaje elegirían nuevo itinerario, más al sur. Que se preparen bien las playas y las olas
que también queman, aunque ya no pagarían su inexperiencia de novatos.
Di que sí, Teresa, que hay que protegerse, del sol y de las vacaciones que, a veces, tienen lo que tienen.
ResponderEliminarLas vacaciones son para pasárselo bien a pesar de las quemaduras.¡Que les quiten lo bailao!
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