Mi
madre, como todas las madres, quería lo mejor para sus hijos. Nunca perdía la sonrisa, ni las ganas de
luchar por la vida. Poseía una gran
entereza, así como fuerza de voluntad.
Cuando el momento lo requería, imponía la cordura. También demostraba ternura, si era
necesario. Nos alentaba a estudiar, para
ser personas de provecho.
La
recuerdo llevando su libro de contabilidad donde anotaba el gasto diario de la
casa o como se disgustaba si mis
hermanos llegaban tarde para cenar.
Al
quedarme sola con ella, nos acompañábamos a todas partes. Compartí su vejez con todo cariño.
Se
fue a los noventa y cuatro años, callada, sin sufrimientos, durmiendo
dulcemente el último suspiro, llevándose con ella una gran parte de mí. Sin embargo, presiento que allá donde esté,
no me olvida, al mismo tiempo que me sigue protegiendo.
Sin
duda. mi madre lo fue todo para mí.
Resumir la personalidad, la influencia y el amor de y hacia una madre, es harto difícil, sin embargo, tú lo has logrado. No se puede decir más en tan pocas palabras.
ResponderEliminarHas hecho una semblanza de tu madre preciosa. Se nota lo que representó en tu vida.
ResponderEliminarPreciosa y sentida semblanza. Me gusta mucho cuando abres tu corazón y muestras tu gran sensibilidad. Un abrazo.
ResponderEliminarSólo abro mi corazón, cuando siento la nostalgia. Cuando necesito a mi lado a mi familia. Cuando percibo la indiferencia de los demás. Cuando a mi espíritu le falta calor humano. Dolores.
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