Las palabras de aliento son el motor que remueva la energía y
la ilusión: “la experiencia es un grado, ¿y si lo volvemos a intentar?, ¡arriba
ese ánimo!, nadie dijo que esto iba a ser fácil…”.
No hay en el mundo peor bancarrota que la del hombre que ha
perdido el entusiasmo, por eso, crucemos a la otra orilla para empezar de
nuevo, porque los años arrugan la piel,pero renunciar al entusiasmo arruga el
alma.
Cruzar hacia la otra orilla, aquella donde nos espera el optimismo y la ilusión. Sabia reflexión.
ResponderEliminarQue no falten la ilusión ni el optimismo, es eso lo que nos mueve a seguir adelante y alcanzar la otra orilla.
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