Sus padres, personas acomodadas de clase media, no
pudieron encauzarle por el camino que creían era el apropiado, eso les llenaba
de angustia y ansiedad. Era un joven con formación pero, carecía de
perspectivas de futuro; hubiera podido realizar un trabajo de responsabilidad,
aunque a él eso de trabajar nunca le apeteció; malvivía deambulando de un lado
a otro, sin meta ni rumbo fijo,; decía ser un bohemio. Su vida fue un
desbarajuste hasta que un buen día, un colega, le entregó un surtido de
pinturas, pinceles, un lienzo y un caballete y le dijo: -Procura sacarles
provecho, yo ya no los necesito, me marcho de la ciudad-. Ese fue el mágico
momento que marcó su vida.
El chaval, buscando pasar el rato, se puso a
garabatear la tela con colores de disparejos matices; saliéndose de lo
metódico, trazó líneas imaginarias, irreales…., lo que finalizó siendo una
pintura abstracta. Él, la llamó “Liberación”. Se sintió feliz y disfrutó de ese
instante que deleitó su vida.
Considerándose solidario, una vez concluida la obra, la donó a unos
muchachos que pedían cosas para vender y, con su producto ayudar a los más
necesitados –como si él no fuera uno de ellos-.
Días más tarde, encontró a los jóvenes en la plaza
mayor; uno, se dirigió a él y le comentó con alegría: -¡Vendimos tu cuadro en
quinientos euros!, la persona que lo adquirió quiere otro, pagará el mismo
precio, así que…..¡manos a la obra!, te conseguiremos el material para que puedas
trabajar.
Y así fue como sucesivamente, fue pintando y vendiendo
sus obras a un precio razonable, haciéndose un hueco entre los pintores de su
generación.
A partir de estos hechos, él solía decir: -Jamás lo
hubiera imaginado, pero, cuando pinté el primer cuadro, plasmé en él la
plenitud de mi espíritu, conseguí liberarme del lastre llevado durante tanto
tiempo, conocí la emoción de mi existencia, los sentimientos, la libertad sin
sufrimientos ni carencias. Me he realizado como persona a través de la pintura.
Una profesión en la que jamás había pensado, el azar
la creó. A partir de entonces, brotó la ilusión, tuvo, amigos, paz, algo de
dinero, y lo más importante, se reconcilió con sus padres. No ha necesitado
nada más.
Nada como ser fiel a uno mismo para sentirse realizado. El título dibuja muy bien la sensación que se siente al lograrlo. Me ha gustado
ResponderEliminarLa liberación del alma y la del cuerpo, bonita combinación.
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