Ella es una bailarina de renombre; la primera figura de la
compañía de ballet más importante del momento.
Ha llegado hasta allí con mucho trabajo y esfuerzo y, en ese trayecto,
dejó atrás a la familia, a los amigos y a un hombre del que todavía se
acuerda. ¿Valió la pena?. A menudo siente nostalgia. ¿Cómo hubiera sido
su vida al lado de la persona de la que había estado enamorada? ¿Se equivocó
cuando eligió el baile frente a todo lo demás?. A ella le resulta emocionante oír los
aplausos, las felicitaciones; esa la llena de orgullo pero… los años pasan y
ahora empieza a darse cuenta de que no vale la pena ni la fama ni el éxito, si
no tienes a tu familia o a tu pareja; alguien con quien compartirla.
Al llegar a casa, solamente la recibe un personaje al que
adora. Cuando tras el éxito, llega su
hogar cansada, él, su perro, se convierte en el testigo mudo de sus triunfos y
tristezas.
La vida se va construyendo con las pequeñas y grandes decisiones de cada día, es verdad. Y respecto a ese testigo mudo, los perros son una excelente compañía; se les llega a querer muchísimo. Me gusta mucho que el título cobre sentido en la última línea del relato.
ResponderEliminarEl amigo fiel no nos defraudará nunca, cosa que no hacemos los humanos.
ResponderEliminar!Qué bonita tu historia!. Cada vez cuentas mejor. Mª Dolores.
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