En el pasado, las guaguas eran completamente distintas. Yo me acuerdo de subir a la guagua y ver los
sillones de madera y…, el timbre ¡era de risa!, pues había una cuerda que la
recorría de punta a punta. La campanilla
estaba cerca del chofer y cuando tirabas de la cuerda, él la escuchaba y
entonces, paraba. Las guaguas del pasado
eran pequeñas y con poca gente que subiera, se quedaba hasta la bandera de
llena. Eran otros tiempos y otras las costumbres,
así que la gente mayor se salvaba, pues siempre había alguien que les cediera
el sitio.
Vi retratadas esas guaguas de ayer, claro que sí. Las cosas cambian y, como bien dices, las costumbres también. Evocador escrito de un ayer en guagua. Nostalgias…
ResponderEliminarHABLAR DE GUAGUAS HA DADO MUCHO JUEGO. CANTIDAD DE HISTORIAS Y ANÉCDOTAS DE TODA CLASE.
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