Un domingo por la tarde, tres amigas decidieron ir al cine
para ver la película “Doctor Zhivago”.
Después de pedir permiso a sus padres, les recomiendan regresar a casa
en la última guagua que llegaba al pueblo ¡a las nueve de la noche!
Al llegar al cine, les informan que la sesión de cine es
larga. Esto les ocasiona un problema,
por la hora de regreso. No tienen forma
de avisar en casa que llegarán más tarde.
No había móviles, ni siquiera un teléfono por aquel entonces, de modo que tenían dos
opciones: ¡arriesgarse o volverse a casa sin ver la película!
Decidieron entrar al cine y después, ya verían cómo
solucionar el asunto. Cuando salieron, efectivamente la última guagua ya se
había ido. Acordaron coger un taxi. Esperaron durante una hora sin que apareciera
ninguno.
Por supuesto, llegaron tarde a casa y recibieron la esperada
reprimenda. Este suceso sería sólo una
anécdota si no fuera por el hecho de que sucedió hace unos cuarenta años y que
las protagonistas tendrían entre diecinueve y veinte años.
Eran otros tiempos!, no cabe duda y muchas, por no decir todas, nos sentimos de alguna manera identificadas con este relato, porque de seguro hemos vivido en nuestra juventud sucesos parecidos. En este caso, recibir una reprimenda después de ver a Omar Sharif en su papel del apasionado doctor Zhivago, enfermo de amor por Lara, bien mereció la pena, ¿a qué sí?.
ResponderEliminarESTE RELATO TUYO ME RECUERDA A MIS TIEMPOS DE JUVENTUD EN QUE DEBÍA REGRESAR A CASA A LAS OCHO DE LA TARDE, NO A LAS NUEVE, COMO ESAS MUCHACHAS.
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