Cuando la mujer vio llegar a su marido tan abatido y
cansado, supuso que no había tenido suerte.
-¿Qué vas a hacer ahora? ¿Esperar otros ocho meses
más? ¿Y qué hacemos mientras tanto, qué los niños no coman? –le preguntó con
amargura.
-No os preocupéis, nosotros iremos a pedir limosna y
así mamá no nos mandará a la cama sin cenar –adelantaron a contestar los niños,
al ver la situación de sus padres.
-¡Hijos míos!, yo saldré a pedir trabajo de lo que
sea, fregar suelos de oficinas o de supermercados, lo que sea antes que eso –repuso
la madre de inmediato.
El marido pensó que tal vez lo lograría. La mujer creyó firmemente que lo haría.
A la semana siguiente, a ella le ofrecieron un
puesto de cajera en un supermercado y así han ido remediando hasta que a él le
salga el trabajo que espera.
La actitud positiva y pro-activa ante los problemas, es una herramienta valiosa; opino lo mismo. Tu relato es un buen ejemplo de ello, Carmita
ResponderEliminarERES ESTUPENDA EN TUS NARRACIONES, ÉSTA ME HA GUSTADO MUCHO.
ResponderEliminarTienes un estilo de escribir como tú, muy dulce. Estoy muy contenta de que estés con nosotras.
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