Han pasado
los años y, a pesar de ello, aún se siente mal por lo ocurrido. Andrés es su mejor amigo, sin embargo, nunca
ha tenido el valor de contárselo y el tiempo ha pasado tan rápido y han pasado
tantas cosas que siempre hay un motivo por el que callar.
No sabe cómo
afrontará la noticia pero, no quiere morir llevándose su secreto a la
tumba. Le había prometido a Sofía no
hacerlo aunque, ahora que ella ya no está, quiere sincerarse.
Como suele hacer todos los domingos, lo va a visitar.
Después de almorzar, sentados en el salón, tomándose un whisky, le ruega
que le perdone por lo que le iba a contar.
Su amigo sabía que él adoraba a su hija Belén aunque él había tenido que
disimular toda su vida lo que sentía por ella ya que nunca sabría si era su
hija o, como le quiso hacer creer siempre Sofía, era de Andrés. Aunque su aventura con ella fue corta, la
posibilidad de que fuera su hija, siempre le atormentaba.
Andrés no
gesticuló palabra. Soltó el vaso sobre
la mesa de centro y, sin mirarle a los ojos, se largó, dejándole toda la
angustia de que él se desprendió, haciéndole vivir en la incertidumbre el resto
de sus días.
Los lectores también. Jamás sabremos si el protagonista de tu relato era o no el padre de la hija de Sofía. Así será, a menos que tú nos lo cuentes en otro relato. Yo estoy deseando conocer el desenlace de esta interesante historia
ResponderEliminar¡COMO TE GUSTAN LAS SORPRESAS Y LA INTRIGA! EL RELATO ES FORMIDABLE PERO,QUIERO ENTERARME DE LA VERDAD DEL ASUNTO. YA ME DIRÁS EN CONFIANZA DE QUIEN ES BELÉN. ME HAS DEJADO EN ASCUAS.
ResponderEliminarMIMA, SE TE DA BIEN EL SUSPENSE, YA TENIA GANAS DE DECIRTE LO MUCHO QUE ME GUSTAN TUS RELATOS, ESPERO LA SEGUNDA PARTE, DE LA HISTORIA DE AQUELLA NIÑA TAN ESPERADA QUE HACE UNOS POCOS AÑOS NACIÓ EN LA ESCALONA.
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