lunes, 26 de noviembre de 2012

LA CONVERSACIÓN de Carmita Díaz





Han pasado años y, a pesar de ello, lo recuerdo.  Llegó el verano y fuimos de vacaciones a La Gomera.  Al llegar al aeropuerto me llevé una gran sorpresa al encontrarme con una compañera de clase de la Escuela de Comercio.  Estaba de espaldas, la toqué y nos fundimos en un fortísimo abrazo.
-¡Hola, Maura! ¡Qué casualidad, encontrarnos aquí después de tanto tiempo! ¡Cómo es la vida! – le dije, emocionada –Cuéntame algo de tu vida.
Me contó que se había casado, que tenía un hijo y que era muy feliz.
-No puedo seguir hablando contigo porque mi avión sale dentro de cinco minutos –y con esas palabras nos despedimos, dándonos un fuerte abrazo.
Yo no pude contarle nada de mi vida, de esa manera no le dejé angustia alguna porque mi vida no había sido tan feliz como la de ella.

2 comentarios:

  1. Encontrarse con amigos del pasado para descubrir qué páginas ha escrito el tiempo en ellos o en nosotros, a veces resulta difícil. Temo que eso le pasó a la protagonista de tu relato.

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  2. TU AMIGA SE QUEDÓ CON LAS GANAS DE SABER ALGO SOBRE TU VIDA, SEGURAMENTE SE VOLVERÁN A VER CON MÁS TRANQUILIDAD PARA HABLAR DE MUCHAS COSAS.

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