martes, 5 de febrero de 2013

UN BUEN ESPANTAPÁJAROS de Natividad Morín






Era un espantapájaros, cansado de estar siempre en el mismo sitio y en la misma posición, se supone que espantando a los pájaros y otros animales.  En realidad, no les daba  miedo y se comían todo.  Mis dueños no sabían qué hacer porque no les servía para lo que estaba hecho.  No asustaba a nadie.
Un día, los hijos de mi amo, decidieron cambiar mi aspecto.  Me pusieron una falda de su madre; ancha y de muchos colores, un sombrero de flores y pañuelos atados a los  brazos.  ¡Cómo se reían los niños de mí!
-¡Mira, mira, está muy  guapa! ¡Ahora es una chica! –gritaban, mientras yo me sentía  ridículo con aquel aspecto, pues no es normal ver un espantapájaros con faldas.
El caso es que, ese cambio, surtió efecto.  Cuando hace viento, los pañuelos se mueven y las faldas vuelan y, gracias a eso, los pájaros y demás animales huyen espantados.  Por eso sigo aquí, en mi puesto.  Ahora todos me miran y me siento muy importante por eso y, gracias a los niños, que me quieren, me siento casi humano aunque muy orgulloso de ser un buen espantapájaros.



2 comentarios:

  1. Buen espantapájaros dentro de un buen relato. Tiene varias lecturas y me parece ideal como cuento infantil. ¡Muy bonito!.

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  2. Especial relato de espantapájaros, se sale de lo corriente y me parece muy interesante.

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