Pintura de Mauricio Silerio |
Dios creó el
hombre a su imagen y semejanza, pero se dio cuenta de que estaba solo y creo a
la mujer para que lo acompañara. Desde
los orígenes, somos de segunda categoría; una figura decorativa que acata la
voluntad del hombre.
Han tenido
que pasar muchos siglos para que se nos empiece a considerar como algo
más. Hemos luchado contra viento y marea
para poder demostrar nuestra valía y, aún hoy, algunos nos quieren callar, creo
que por miedo o cobardía.
Dicen que
somos el sexo débil, pero parimos con dolor, luchamos con coraje, pensamos con
razón y no necesitamos tanta fuerza porque somos mañosas e ingeniosas.
El 8 de
marzo, celebran el día de la mujer trabajadora, pero no estoy de acuerdo con
ello porque lo verdaderamente importante es ser mujer, los demás calificativos
sobran.
Somos
mujeres, que con nuestra callada labor diaria, hemos ganando nuestro puesto en
esta sociedad machista. Hoy podemos
decir que, los crearían primero, pero ya se sabe, que todos los prototipos
vienen con fallos.
Combativo y argumentativo tu discurso sobre el valor de la mujer dentro de nuestra sociedad y a favor de la lucha por la igualdad. Me ha gustado, incluyendo el giro humorístico del final.
ResponderEliminarLo de que Adán fue el primer hombre sobre la faz de la tierra, tiene que ser cierto. ¡El pobre!, no supo estar solo, ¡ay! si no fuera por nosotras-las mujeres- ¿que sería de este mundo?
ResponderEliminarSimpática narración, nunca falta esa chispa de ingenio en lo que escribes. A mi me encanta.
Ingeniosa descripción, del hombre y de la mujer en la sociedad, me gusta con la claridad que escribes. Un abrazo.
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