Para la
mujer trabajar fuera de casa es
estupendo, claro que sí, es muy bueno, pero también hay que tener en cuenta que
para sentirse totalmente realizada, al llegar a casa, habría que compartir las
tareas. La realidad no es esa porque
cuando termina el trabajo, llegas a preparar la comida, a ocuparte de los
niños, atender la casa, y si alguien se pone malo, a llevarlo al médico, y
muchas cosas más… Después de todo eso,
llega la noche y claro, caes en la cama “como un tronco”.
Personalmente,
aunque trabaje más, me gusta hacerlo fuera de casa también, porque aporto más a
la economía familiar y me siento mejor conmigo misma. Según mi experiencia, creo que una vez que
has trabajado fuera, es muy difícil acostumbrarte de nuevo a ser sólo ama de
casa, porque es como si la casa se te viniera encima.
En
conclusión, le doy gracias a Dios, por tener la posibilidad de salir a
trabajar, aunque el esfuerzo sea el doble, y mucho más ahora cuando un trabajo
es un tesoro.
Valoro mucho tu aportación personal a nuestro homenaje a la mujer trabajadora, del 8 de marzo. Nacida de tu propia experiencia y de tu visión particular del tema, es clara y auténtica, como tú. Muy bien, Elda.
ResponderEliminarEstoy completamente de acuerdo contigo. Mis comienzos en el trabajo, fue a los dieciocho años y, jamás me he arrepentido de trabajar fuera y dentro del hogar. Para mí el trabajo ha sido muy gratificante.
ResponderEliminarQuerida Elda, tenemos que reconocer que las cosas han mejorado mucho, ahora el hombre se involucra mucho más en las tareas domésticas, incluso a veces más de la cuenta. Me encanta la manera tan clara, que tienes de exponer tus ideas. Un abrazo.
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