lunes, 18 de marzo de 2013

OCHO DE MARZO de Elda Díaz



Para la mujer  trabajar fuera de casa es estupendo, claro que sí, es muy bueno, pero también hay que tener en cuenta que para sentirse totalmente realizada, al llegar a casa, habría que compartir las tareas.  La realidad no es esa porque cuando termina el trabajo, llegas a preparar la comida, a ocuparte de los niños, atender la casa, y si alguien se pone malo, a llevarlo al médico, y muchas cosas más…  Después de todo eso, llega la noche y claro, caes en la cama “como un tronco”.
Personalmente, aunque trabaje más, me gusta hacerlo fuera de casa también, porque aporto más a la economía familiar y me siento mejor conmigo misma.  Según mi experiencia, creo que una vez que has trabajado fuera, es muy difícil acostumbrarte de nuevo a ser sólo ama de casa, porque es como si la casa se te viniera encima.
En conclusión, le doy gracias a Dios, por tener la posibilidad de salir a trabajar, aunque el esfuerzo sea el doble, y mucho más ahora cuando un trabajo es un tesoro.



3 comentarios:

  1. Valoro mucho tu aportación personal a nuestro homenaje a la mujer trabajadora, del 8 de marzo. Nacida de tu propia experiencia y de tu visión particular del tema, es clara y auténtica, como tú. Muy bien, Elda.

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  2. Estoy completamente de acuerdo contigo. Mis comienzos en el trabajo, fue a los dieciocho años y, jamás me he arrepentido de trabajar fuera y dentro del hogar. Para mí el trabajo ha sido muy gratificante.

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  3. Querida Elda, tenemos que reconocer que las cosas han mejorado mucho, ahora el hombre se involucra mucho más en las tareas domésticas, incluso a veces más de la cuenta. Me encanta la manera tan clara, que tienes de exponer tus ideas. Un abrazo.

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